miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Quién ha sido la zorra que te ha enseñado a....?

Tengo asumido, que en mis visitas a la capital española si son acompañadas (de personas que me quieren hacer el amor las 26 horas), nunca será posible... salir por Chueca, ir a cenar al último sitio de moda, marcarme un teatro o una exposición o simplemente tomar un café en alguna terracita...es la gran cruz que tenemos las que más o menos nos defendemos en la cama.
Saldré en defensa de mi acompañante que en cierto momento de lucidez (después de haberme metido en la ducha vestida con ella...) se apiadó de mi y se marcó un "¿vamos a cenar a Madrid?" (para mi, que quería poner tierra de por medio entre yo y su...).
En el poco tiempo que me tuvo (fuera de su cama) por Madrid, una pareja de lesbianas (una de ellas colocada no, lo siguiente) nos preguntó donde estaba Chueca, cenamos en el mercado de San Miguel, se me escaparon las dos palabras mágicas...una tan racional y luego entre el balacao y el salmón y sin venir a cuento digo lo que llevaba tiempo gritándole con la mirada. En esos momentos recé porque la acústica del mercado fuera como el plató de Salvame...pero no...no sólo no me había oido, sino que reacionó de un modo natural " yo también, mira que mejor que nos pedimos dos de cada, ¿qué te parece?" agradecí infinitamente que mi acompañante pasara de mi escapada de frase.
Disfrute de la copa de...si os digo la verdad nose que coño llevaba...tenía de todo...desde piña hasta sandia...de la conversación con el camarero mejicano y la visión de las piñatas (si,si tiene la profunda manía de hablar con todo perro quisqui, cosa que me jode porque me resta protagonismo).
Me ha prometido enseñarme Madrid en la próxima visita, su conciencia después del finde no está tranquila al respecto...veremos si dejo que lleve a cabo sus planes...