No se sinceramente lo que pasa por tu cabeza, te he dejado de comprender hace tiempo y por mi parte no se que más facilidades puedo darte.
La cagaste, jodiste todo esto. Has sido una de la personas más importantes (a nivel profundo) que he tenido (quitando novios, novias, perros y más perras), creo que la única porque en el momento que he cogido más confianza con alguien…nos hemos ido.
Tu primera puñalada fue (entre risas) confesando a quien no debes cosas que no tendrías que contar ( art.1 del manual de la amistad: las cosas entre amigas se quedan entre amigas). Luego vinieron tus dejadeces, las malas quedadas, los desplantes….y poco a poco, dejándome en el banquillo de tu vida sin posibilidad si quiera de dejarme jugar algún partido.
De la noche a la mañana lo fuimos todo y nada, y eso duele.
Aprendí que tus silencios, indicaban que todo iba bien en tu vida pero esa misma vida da muchas vueltas y te tocó perder, perder todo y claro… ¿cómo vas a llamar si hacía años que no lo hacías? ¿ con qué excusa?.
Reconozco, que me alegré y solté algún que otro… ¡por lista! pero de sobra sabes que eso fueron los tres primeros segundos.
Me enteré por amigos en común. Me tragué mi puto orgullo (la primera vez, ese día creo que maduré) y valoré más los buenos ratos de años que los malos de los últimos meses, fui en tu ayuda, haciendo borrón y cuenta nueva, pensando que el tiempo todo lo cura ¡pobre ilusa!.
Hasta tu familia me ha llamado (en varias ocasiones, cosa que nunca te confesaré), preocupándose por ti, por nosotras, callándome y defendiendo lo indefendible, cuando sólo quería gritarles que eres una puta egoísta.
Teniendo la confianza jodida, he intentado dar alas a todo esto pero solo esta luchando una parte, y cansa.
Espero que por lo menos comprendas que mi actitud hacía a ti, inevitablemente ha cambiado, ya no somos ni la sombra de lo que fuimos (a todos los niveles) y mis ganas de verte son nulas.
Cuando hecho la vista atrás…me da pena, y me culpo de que sigo sin hacer lo suficiente, de que quiero recuperar lo de antes pero no hay restos del seísmo en el que pueda construir de nuevo.
En el fondo te estoy agradecida, gracias, has conseguido que otra capa (finísima) de superficialidad, ironía y frialdad recubra este corazón coraza y esto, en los tiempos que corren viene muy bien.